agosto 26, 2012

Bad Boys

Todos los humanos que compartimos nuestra vida con gatos y/o perros tenemos historias de horror y destrucción (travesuras, pues), estas son apenas algunas de las mías:

- Mi primera perrita, una adorable Basset Hound llamada Lady, tiró un árbol de navidad y se comió todas las esferas. Tenía apenas unos 6 meses de edad. No le pasó absolutamente nada, y ni siquiera pudimos hacer que vomitara para evitar que los pedazos de esferas pasaran a su intestino. Eso sí, al otro día sus caquitas parecían cubiertas de diamantina. How nice.

- Los perrotes con quienes compartimos nuestra vida suburbana en Cuernavaca, los famosos Jack y Asta (tremendos ejemplares de Pastor Alemán), se dedicaron a mordisquear las defensas y salpicaderas de nuestro auto. Acabamos por mandar hacer una reja metálica alrededor del auto para que no lo alcanzara cuando estaba en el garage de la casa, y parecía que el auto tenía su "corralito". Hasta la fecha las mordidotas están ahí, pues la repintada sale carísima.

- Nuestros gatos, Boris y Katy, tenían a bien llevar a la casa ratones y lagartijas, vivos y muertos. Sí, ya sé que es un detallazo eso de que los felinos compartan con uno sus presas... pero eso de quitarle al gato una tremenda lagartija multicolor de casi 30 cm de longitud (parecía pariente del dragón de Komodo), bien viva pero paralizada por el terror (tanto la lagartija como yo), no es nada agradable.

Pues ya hay un lugar en Internet donde podemos poner en evidencia a estos pequeños truhanes. El sitio Dog Shaming está totalmente dedicado a la publicación de fotos de estos trasgresores, acompañadas de notas explicatorias de sus fechorías. Sí, sí, ya sé que lo que consideramos "mal comportamiento" de nuestras mascotas es parte una actitud normal de un felino o canino, parte ansiedad y parte aburrimiento, así que en buena medida los humanos somos los culpables de estos hechos... pero no deja de causar risa y asombro lo que otros humanos le tienen que aguantar a sus compañeritos cuadrúpedos, sobre todo cuando sabemos que, a pesar de prodigarles cuidados, juguetes, atención y buena alimentación, dogs will be dogs. Y peor con los gatos, esos simplemente son indomesticables. Tiernos sí, pero siempre algo salvajes.

Desde el clásico cuento del perro que roba la comida de los humanos...

"Cuando mis papás no me estaban observando, me comí 2 barras de mantequilla, medio pastel y una charola completa de bollos, ¡pero no me enfermé!"
...delincuencia organizada...
"Hago pupú en las recámaras a oscuras... y yo me como la evidencia"
 ... acoso sexual en versión perruna...

"Me gusta 'arrimarme' a este gato"
...malas acciones con ecos literarios...

"Matamos a un ruiseñor"
...fenómenos rarísimos, pero no menos irritantes...

"Sacudo mis orejas a las 4 de la mañana y despierto a todo el mundo"
...y hasta miradas perturbadoras...
"Me gusta observar"
...la lista de culpas y culpables es interminable y se incrementa día a día con las aportaciones de los sufridos humanos.
Así que la próxima vez que su perrito o gatito pretenda hacer alguna travesura, advíertanle que lo van a poner en evidencia en la web. De todas maneras lo va a hacer, pero por lo menos le va a causar gracia a alguien en el ciberespacio.

Todas las fotos tomadas de dog-shaming.com


2 comentarios:

Verónica García dijo...

Pero aun asi los seguimos amando... =D

Carmen Tye dijo...

Sabrás que unos gatos que cerca en la calle de onde' viviamos me llebava a regalar su caza... Ains.. pajaritos muertos, maldicion.. ni que decir de cuando casaban insectos de esos feyos' grandotes...

Pero es fabuloso el contar las anecdotas! Gracias por el dato!

Besitos!

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