
Acuatizar un avión de este tamaño en un río con embarcaciones aquí y allá, sin tronarle parte del fuselaje y sin que nadie salga gravemente herido es una proeza. Además, lograr que los pasajeros no se pongan histéricos y abran a la fuerza la puerta equivocada, o que salten en masa a las aguas heladas y queden como paleta es realmente un milagro producto de la disciplina y el entrenamiento del capitán y la tripulación del avión. Por último, el hecho de que el capitán “Sully” Sullenberger no haya salido a los medios haciendo gala de falsa modestia (“solo cumplí con mi deber”, o alguna declaración por el estilo) es una muestra de elegancia y profesionalismo que se agradece enormemente. Sangre fría en el momento indicado para salvar a su gente y discreción después del hecho... esos sí son héroes de verdad.
Curioso el karma de todos los involucrados: enfrentarse a una situación realmente de vida o muerte y salir prácticamente ilesos ¡todos!.
Ahora sí, la próxima vez que viaje en avión no vuelvo a entretenerme con las revistas de abordo mientras los sobrecargos señalan las salidas de emergencia, ni voy a renegar porque me toque un asiento cerca del ala. Pero sobre todo, ¡ahora sí voy a aprender a nadar!
(Foto: Reuters)
2 comentarios:
se nota la diferencia de un piloto norteamericano, que para estar ahi tiene que pasar examenes de lo más estrictos y los que tiene gobernacion
exactamente de acuerdo con Kishiria...
aquí en Argentina, buenos aires tuvimos el accidente de la empresa Lapa, y las grabaciones testigo mostraban como una y otra vez "sonaban" alarmas y los pilotos CONTINUABAN CHARLANDO DE ...quien sabe que
El avión despegó y de inmediato cayó a la calle mas cercana...llena de automóviles transitando...
una gran pena...
PERO SI, QUE ME HACES DECIDIRME EN APRENDER A NADAR!!!
Gracias por el Post!
MARINÍ
( llegué aquí a través de PALABRAS TEXTUALES )
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