
Yo me uno a la ola de aficionados, pues por instrucciones de mi coach (wow, tengo coach) del gimnasio y mi nutrióloga he añadido el yoga a mi recién adquirida rutina de ejercicio.
Yo, que lucho por simplificar mi vida, ahora paso la mayoría de las tardes de la semana brincando de un aparato de ejercicio a otro, de una clase de acondicionamiento físico a otra, tratando de conservar mi frecuencia cardíaca dentro de los límites óptimos para quemar grasa y tratando que los antojos producto de la dieta no me lleven al puesto de tacos después de quemar 250 míseras calorías por sesión. Y el fin de semana, yoga.
Ya había tomado clases en el pasado, pero me frustraba mi falta de flexibilidad y de equilibrio, eso aunado a la manía de las instructoras por incluir posturas como pararse de cabeza aún en las clases de prin-ci-pian-tes. Nunca entendí ese afán. Afortunadamente ahora me he encontrado con instructoras más sensibles a las limitaciones de mi cuerpecito y a los largos años que he pasado sin hacer ejercicio. Eso no evita que salga de las clases con dolores musculares generalizados. Sin embargo, y para mi sorpresa, lo estoy disfrutando.
Ahora, si tan sólo lograra aguantar el perro boca abajo unos segundos más...
5 comentarios:
Hola Özer. Yo engroso las listas de los que quieren, lo necesito, pero... no sé para cuándo. No tengo idea de las posturas que mencionas, así que voy a ver de qué se tratan
Leer sobre tus dolores musculares me hizo añorar el tiempo que sí hacía ejercicio.
Besito
Ouch, ya las ví y parecen todas ellas muy sencillitas, pero a ver, aguanta...
Hola Özer!! Uy yo también tiene poco que comencé el gimnasio, a ver que tal nos va ahora.... en mi gym aún estamos esperando que lleguen los instructores, ojalá entiendan que es principiante!!
yo inicie clases de sable coreano.... mis pobres brazos...
Pues parece que todas andamos en la onda del ejercicio. Pero eso del sable coreano sí que está original... ;-)
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