De todos los horrores de aquel día puedo relacionarme, aunque sea vagamente, con uno de los lugares de la masacre. Me relaciono de igual manera que lo hacen millones de personas que lo visitaron a lo largo de los años. Las imágenes están ahí, congeladas en los álbumes familiares.
Gigantes extrañamente gráciles |
Verano de 1989 |
Septiembre 2011, México D.F. |
Hoy escuchamos al Dalai Lama, mientras los aviones pasaban una y otra vez sobre el estadio. No pude evitar pensar ¿... y si uno de esos aviones...? Pero estábamos ahí, en el ahora, compartiendo un mensaje de no violencia y acompáñandonos codo con codo en el dolor que embarga ahora a todo México. Estábamos en paz, atentos, serenos. Salimos sonriendo. Y los aviones seguían volando.
Con agradecimiento a todos los que hicieron posible la visita del Dalai Lama a México.
Con una apenas naciente compasión hacia quienes se sienten tan heridos que hieren a otros.
Que el mérito que puedan generar mis acciones sea de beneficio para todos los seres.
4 comentarios:
Que honor estar ayer ahi...
=/ Yo tambien recuerdo como fue mi mañana ese día... estaba lloviendo tanto (esta cd mia es muy extremosa) que por eso pude seguir en la casa vindo las noticias...
Desgraciadamente la violencia que nos esta envolviendo a ratos parece que nos gana... y es tan dificil comprenderlos y da tanto miedo que sean tan jovencitos, pienso yo que si eres capaz de algo siendo adolescente (lo que sea) cuando crezcas esa capacidad crece contigo... da mucho miedo... todavia no llego a comprenderlos, tengo teorias de donde viene todo, pero no comprendo... mucho menos justifico tanta crueldad
En fin...
... siii... me acuerdo justo lo que estaba haciendo :(....pero me decidí a fortalecer los recuerdos felices :) que padreeeee que fuiste al estadio :)
Amén, por las frases finales. Qué suerte tienen por haber recibido al Dalai Lama y haber escuchado sus palabras. Lo más doloroso de las torres, para mí han sido sus secuelas. Me temo que Estados Unidos se ha vuelto paranoico, y en el afán de evitar un nuevo hecho del mismo tipo, nos están tratando al resto de las naciones, y a mucha de la comunidad emigrante que vive dentro de los mismos Estados Unidos, como si fuéramos todos terroristas o narcotraficantes que queremos destruir su país. Ése es, tristemente, el triunfo final de Bin Laden, y por el cual debe de seguro estar riéndose mientras nada en la quinta paila del infierno. No me mal interpreten, entiendo su dolor y su rabia, y puesta en los zapatos de cualquier persona estadounidense, me sentiría igual. Pero tienen que reconocer que cuando un inocente ciudadano va a solicitar una visa cualquiera, lo tratan como si fuera un terrorista. No todos los musulmanes pertenecen a Al-Qaeda, ni todos los latinos somos guerrilleros ni traficamos drogas. Ni todos los venezolanos somos chavistas. Hace falta una persona con mucha luz interior, mucha bondad, compasión y amor, como el Dalai Lama, por ejemplo, para superar eso. Qué suerte que tienes, al poder escuchar sus palabras en persona. Feliz y própero día, Ozer.
xoxoxo
maya
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