junio 04, 2012
Sobrecargas
Voy en cualquier transporte público de esta ciudad y veo a no menos de tres personas (o más) hablando o tecleando en su celular, a veces hablan tan alto que acabo enterándome cuánto costó el tinaco para su casa o en dónde va a ser la fiesta el viernes.
En algún vuelo de conexión dentro de Estados Unidos, al levantarme de mi asiento para ir al baño, ví al 50% de la gente usando sus laptops. 50% del pasaje completo de un avión comercial es mucho.
Me entero de los cumpleaños de mis amigos y amigas por Facebook. ¿Tarjetitas de cumpleaños? Nah, basta un mensaje en su muro, seguro lo ven. Ahora que, si yo no ví Facebook ese día estoy frita, pues entonces ya no me acordé de felicitarlos.
¿Quiero saber cómo está el tráfico? Lo checo en Twitter, pues prácticamente sólo lo uso para eso... y para stalkear a ciertas personas (mwahahaha!!).
¿Quiero ver algo lindo e inspirarme... aunque no sepa para qué? Pinterest es la fuente.
¿Checar los periódicos por la mañana? En línea, por supuesto.
¿Escuchar música en los trayectos por la ciudad o en el gimnasio? El smartphone, of course.
...Y además están las llamadas por celular y teléfono fijo, los mensajes de texto y los correos electrónicos. A diario. Muchos, muchos correos. Sin parar.
Ruido, ruido, ruido por todas partes.
Si me falla Internet mi trabajo se ve seriamente afectado. Si me falla la compu me muero. Si no hay teléfono tampoco hay interné, así que volvemos a lo mismo. Y si no hay electricidad ¡a llorar!
Hace poco andaba en la calle y como tenía varias cosas que hacer, iba a pasar buena parte del día fuera de casa. Mi celular se apagó de repente y simplemente no hubo manera de revivirlo. ¡Horror! incomunicada y en la calle. ¿Por qué me sentí tan vulnerable al no tener "comunicación", si no la necesitaba realmente? Necesidades creadas, ni más ni menos. Después de todo, pasé buena parte de mi vida sin celular y sobreviví, ¿por qué no sobrevivir un día más así? Claro que lo hice, pero con la permanente inquietud por mi aparatito salvavidas. El celu revivió mucho después, cuando mi esposo pudo abrirlo para retirar y volver a colocar la batería. Ohhh, qué tranquilidad sentí.
Caminando cerca de casa, me tocó ver a una chica que cruzó una avenida a media cuadra, dirigiéndose hacia la acera por la que yo caminaba. La chica llevaba en las manos las llaves, el dinero, alguna otra cosa... y el celular. Justo al llegar a la acera el celular se le resbaló de las manos y cayó directito dentro de una alcantarilla. El grito de desconsuelo de la chica fue desgarrador. Se quedó ahí, mirando la rejilla y tratando de dilucidar cómo podría sacar su aparato. Por lo menos estaba ya sobre la banqueta, porque si se hubiera detenido sobre el arroyo, cualquier auto o microbús podría haberla atropellado. Y sí, he visto chavos que mandan o leen texto en las pantallitas de sus teléfonos... mientras cruzan las calles. La "comunicación" por encima del instinto de supervivencia.
Cuánta dependencia. Cuánto intercambio, a veces valioso, a veces completamente inútil. Cuánta distracción. Cuánta sobrecarga de información. Y aquí estoy, publicando en línea, con la esperanza de alcanzarte a tí, ahí, de tu lado de la pantalla. Jugando el juego de la comunicación electrónica, una y otra vez.
Supongo que, como en todo, la clave es lograr el justo medio. Nada con exceso, todo con medida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Si... yo a veces me siento asfixiada... otras aislada (odio el mentado face y todo eso que hace que te olvides de lo que significa intimidad... pero me doy cuenta de que ya todo se dicen por ahi)
No tengo compu en casa... y no la extraño me paso de 9 a 7 pegada "a fuerza" a una y aqui checo todo y del cel me olvido en la casa... trato por todos los medios de que no me gane... de no depender tanto de esos agentes externos... aunque a veces pierdo... en fin, aqui estoy leyendote y comentando "en linea" =D
:) si no fuese por la compu .. habríamos tardado más en encontrarnos... (por que estoy segura que te tenía que conocer) ,, de la sobre carga,,, cargamos por que queremos,,, mis 6 dias sin nada del huracán Arlene me hicieron muuucho bien.... no pasa nada... jaja bueno,, si pasa ¡¡ pero no te enteras!!! besotessss ;P
Publicar un comentario