El punto de referencia siempre es el Oxxo más cercano a nuestro destino, con la salvedad de que hay Oxxos casi cada dos cuadras. Los nativos siempre dicen "no, si es bien fácil llegar" y los fuereños nos damos unas perdidas épicas en estas calles que nunca son rectas.
Los conductores de transportes públicos son una joya. Unas joyitas, más bien. Desde los taxistas que creen que son lo máximo porque evitaron un semáforo dando enormes rodeos, hasta los choferes de microbús que hacen ver a sus contrapartes defeñas como portentos de habilidad y buenas maneras.
Por aquí, a los tacos de guisado les dicen “acorazados” y hay restaurantes que orgullosamente anuncian “caldos de gallina estilo D.F.” Hay pasión por las tortillas hechas a mano y las cervecerías con vasos de a litro. Tenemos Liverpool y Starbucks, así que nos creemos ya del primer mundo. Cómo no...
Los fines de semana en centros comerciales y supermercados me divierto detectando a chilangas y chilangos visitantes: traje de baño visible bajo el top, chanclas playeras, shorts aunque la temperatura no lo amerite... Nos dicen “Cuernavaca” y automáticamente pensamos en sol y alberca. No siempre es así. Hay lluvia, viento, nublados persistentes y otras cosas menos naturales. Basura, mucha basura. Crimen. Impunidad. Casas a medio construir. Huelgas interminables de maestros. Más basura...
Y sin embargo las buganvilias siguen ahí, junto con las palmeras, las jacarandas, los pájaros que alborotan la tarde al irse a dormir. Iguanas que cruzan la carreteras del sur, conejos en el bosque del norte, tardes de domingo con globos y esquites en el Zócalo. Balcones llenos de flores en callecitas románticas, comercios añejos que desafían la economía, iglesias coloniales a pasto. Hay fregaderas, sí, pero también hay atardeceres que quitan el aliento. Y cuando vengo por la autopista ya cerca de la Pera y veo el valle de Cuauhnáhuac iluminado por el sol, con el Tepozteco a la izquierda y la pequeña gran ciudad a la derecha, siempre digo “hola Cuerna, ya llegué a casa”.
(Fotos: Vistas del Centro Histórico. Es rico ir de safari fotográfico.)
5 comentarios:
excelente post, yo adoro el tepozteco
Jo! Siempre pensé que se escribía "bugambilia", jejeje.
Cuerna es para odiarla en la misma proporción que la ames...
hace mucho yo tenía algo mitificada a Cuernavaca, hasta que escuché a una mujer que pasaba su vida entre el DF y Cuerna, decir que se estaba convirtiendo en una mini ciudad de México. Ahí se me empezó a caer el ídolo y terminó en el piso una tarde que tuvimos la genial idea de pasar a dar la vuelta volviendo de Taxco: así como entramos intentamos salir, sólo que nos tardamos el triple. Con todo y todo, siempre es un gusto ir.
Pues por acá tienen su casa si quieren darse una vuelta :) Pero sí, los chilangos tenemos invadida Cuernavaca, así que tiene un dejo de mini-DF.
Fer: yo también había escrito "bugambilias", pero el corrector de Word me lo marcó como error y... pues la Real Academia dice que son "buganvilias", en honor de mesié Bouganville, quien las llevó a Europa. Habrá que corregir un montón de nombres de calles por acá, je je je.
Luz,
Cuernavaca a mi gusto es de lo mas bonito para vivir... claro q no descarto pasar mi vejez en una villa en Sevilla, yo soy feliz en esta ciudad de pendientes,topes y baches (ya menos a decir verdad),ya te contare mi historia y como Dios pone todo en su sitio...imagina que cuando mi padre se jubilo hace mas de 20años penso venirse a vivir a Cuerna y yo terminantemente dije...ni mas que voy a hacer a ese pueblo bicicletero... y hoy llevo casi 15años contenta en esta hermosa Ciudad de Cuernavaca con todo y microclimas...
un abrazo
Diana
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