agosto 25, 2013

Sólo una...

Ajá. Tratándose de botanas saladitas y crujientes, nunca ha aplicado mejor aquello de que "una es ninguna, dos son la mitad de una..", etc. No se a quién se le pudo ocurrir semejante disparate, pero seguramente iba a la mitad de la ingestión de una enorme bolsa de papitas.

Por lo menos no estoy sola en mi vicio afición:


Tomado de Pinterest. No alcanzo a ver la identificación del autor o autora, pero dio en el clavo, eso que ni qué.

Según el Tumblr de la ligeramente oscura Sara See Andersen, ese es su monólogo cada vez que le entra a las papitas. No estás sola, Sara.



Y según la genial y muy chilanga Tania de Jours de Papier, las dietas se acaban cuando aparece la bolsita de aluminio. Oh sí.

Cronch, cronch, cronch.

agosto 12, 2013

De gatos, comedias y física

El día de hoy, el famoso doodle de Google es este:


Y gracias a este personaje, mucha gente sabe de qué se trata este dibujito, sin que lo hayan estudiado en la escuela o se hayan topado con este concepto en la vida diaria (cosa difícil, por cierto):

BONUS: este clip de The Big Bang Theory está doblado en España. ¡Siempre es divertido oir estos doblajes para nosotros los novohispanos, jejeje!


Así que el dibujito celebra los 126 años del natalicio del físico austríaco Erwin Schrödinger, importante figura en el desarrollo de la física cuántica.

Y si esto les da curiosidad (como a mí), por acá está la entrada de la siempre útil Wikipedia al respecto de Herr Schrödinger (es buen ejercicio mental tratar escribir este apellido de memoria).

¡Gracias Sheldon, siempre tan erudito usted!

NOTA: Ningún gatito fue dañado para la realización de este post.

agosto 04, 2013

A punta de trancazos

Hoy planeaba escribir acerca de las musas, esas escurridizas criaturas que debieran visitarme frecuentemente para inspirar este blog... y nada. Andaban desaparecidas las ingratas.

Pero ¡oh, cuánto cuidado debemos tener con lo que deseamos! La ansiada inspiración llegó de golpe y porrazo. Literalmente.
¿Querías un tema? ¡Bong! ¡'Aistá tu tema!
Caminaba yo alegremente por los elegantes rumbos de Polanco en compañía de mi amorcito, cuando al apurar el paso para cruzar una calle los pies se me enredaron y ¡BOLAS!, me caí cuan larga soy al muy polvoso pavimento. Ni mi príncipe azul alcanzó a agarrarme antes de golpear sonoramente la calle. Bolsa y lentes oscuros salieron volando y quedé toda tierrosa, pero no me pasó nada. Curiosamente el único moretón que me quedó está en la yema del pulgar derecho, pues supongo que aterricé con esa mano.

Esta caída es sólo una más en mi larga lista de catorrazos. Desde temprana edad he tenido particular habilidad para caerme en la calle, en la casa y en todo lugar. Pasé mi niñez con las rodillas raspadas y en la adolescencia y juventud me dediqué a coleccionar esguinces en los tobillos. Todos esos raspones y golpes y ni siquiera aprendí a andar en bicicleta ni en patines... También he rodado por escaleras y me he caído al bajarme de transportes públicos... y dentro de ellos. Incluso alguna vez me caí al bailar salsa, pero el compañero de baile salvó la situación al improvisar un pasito de fantasía para levantarme del suelo. True story.
Pese a todo, nunca me he roto ningún hueso ni he sufrido ninguna herida que merezca suturas, pero ha sido muy, muy incómodo. Y doloroso. Y vergonzoso.

Perdiendo el glamour en cualquier descuido...
Hace poco más de un año también me caí en plena calle, al tropezarme con una rotura en la banqueta. Esa caída fue épica y tan larga que tuve tiempo para pensar "¡Shit, me tropecé, no, no me voy a caer, ya la hice, NOOO, nooo, ay güey, SÍ ME VOY A CAER!" Y ¡cuas! al suelo. Supe lo que era morder el polvo, pues realmente sentía tierra entre los dientes varios minutos después de levantarme del suelo. Acabé con moretones por todos lados. Ouch.

¿Por qué habemos personas con tendencia a este tipo de accidentes? ¿Mera torpeza? Supongo que sí, pero por lo que he leido y visto en mis navegaciones por interné, es un mal común. De hecho, mi abuelita lo padecía y aún en su vejez se acomodó tremendos golpes y heridas. Afortunadamente nunca tuvo fracturas (cero osteoporosis, thankyouverymuch) y aunque en una de esas dramáticas caídas estuvo involucrado un vaso roto y una tremenda herida en la mano (sangre por todos lados, ugh), salió bien librada del accidente doméstico. Si las patitas resbalosas son hereditarias, quisiera pasar de largo el legado familiar.

Y hasta aquí le dejo, porque mi dedito me está molestando. Traigan las compresas calientes y el Lonol, por favor.
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