abril 05, 2011

Nostalgia por el Sol Naciente

Con cariño para Ale, porque esta entrada de su blog me trajo muchos recuerdos.

¿Clonando a Meteoro, eh?
Crecí viendo a la Señorita Cometa en la tele. Y a Meteoro, y a Ultraman y a Ultraseven (que nunca me gustaron mucho que digamos estos dos, pero era lo que había). Con ellos ví las calles de Tokio, conocí los templos budistas y shintoistas, los kimonos, los festivales y los peces de papel que vuelan sobre las casas. Sin saberlo, mi afición por las culturas orientales empezó ahí y el afecto por el Japón no se me ha quitado.
Años después tuve una compañerita de origen japonés en la primaria (¡hola Mayumi!). Con ella conocí las encantadoras cajitas para lápices hechas en Japón: unas monerías que se abrían por todas partes, tenían muchos compartimientos e incluían lápices, plumas, sacapuntas, gomas y todos los etéceras que una niña de 9 años podría desear para lucir en su pupitre de la escuela, y además, con los personajes de moda y otros que ni conocía pero que me parecían sensacionales. ¡Pero eran carísimas! Nada de ondas niponas made in China, pura calidad en serio.
Antes de que supiera lo que era manga o anime, ya era consumidora de la cultura pop del Sol Naciente. Yo y toda mi generación.

En la juventud entré en contacto lejano pero efectivo con la estética japonesa de los jardines, las casas, la cerámica... ¡y el sushi! Porque los alimentos también tienen que ser estéticos, cómo no. Y el ikebana con sus sobrios pero sorprendentes arreglos, los diseñadores de ropa con sus ideas loquísimas, la tecnología... y mi amado budismo zen que admiro con reverencia pero muy de lejecitos.
Ahí está el origen de mi acercamiento al budismo: de Señorita Cometa al Japón, de Japón a su cultura, de su cultura a su espiritualidad, del shinto al zen, del zen a China, de China a la India y de ahí al Tibet. Y todo por ver la tele en las tardes de mi infancia.

¡Arigato gozaimasu querido pueblo Japonés! Si alguien sabe levantarse de sus ruinas con gracia y decisión, son ustedes.

3 comentarios:

Ale dijo...

:DDD ¿¿takeshi y ...¿¿¿koyi? jajaja..... voy cayendo,, amo los koinoboris,,, creo que son para festejar el dia del niño.. NIÑO,, hay otro día de la niña :DDD ... ( bien por ellos).. aunque ya ves que eran machistas al 100 (los de antess)..pero si.. yo vivía en Qro ,, hasta los 10 años,, y había una colonia japonesa de empleados de una fabrica.. .y de inmediato me recordaban señorica cometa,, je,, aca tengo taiwaneses... :DD saludinessss... ¡¡ y me acuerdo de Alf !

Besotessss....

¿¿¿quesadillas de flor pa´lonchear ?? mmmmm

Guapóloga dijo...

¡Qué bonita entrada! Y yo gracias a Murakami ahora muero por ir a Japón (que siempre me ha intrigado pero gracias al literato, lo estoy considerando seriamente).

Y muchas gracias por la info que pusiste en los dos posts. Eso de traer "del gabacho" es una lata ;)

Saludos!

MUJER URBANA dijo...

Ayyy querida me hiciste recordar cosas maravillosas de mi niñez, maravilloso post. Abrazos desde Cd. de México.

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