abril 08, 2010

Pequeños guerreros

Hace algunos años para ir al trabajo tomaba yo un microbús que pasaba frente al Centro Médico Nacional en el D.F. Con cierta frecuencia se subía ahí una señora que llevaba a un niño de unos 6 años en brazos, casi desmayado el muchachito. Alguna vez le oí comentar que el niño recibía un tratamiento contra el cáncer y que lo tenían que sedar, por eso salía dormido del hospital. 6 años. Cáncer. Difícil de entender.
Todos sabemos de alguien que ha sufrido esta enfermedad. En mi caso, mi abuela, dos tías abuelas, una compañera de trabajo (de unos 20 años), múltiples conocidas y amigos de mi mamá, clientes... demasiada gente, demasiada enfermedad. En algún momento mi mamá tuvo un sospechoso bultito en un seno. Después de múltiples visitas a médicos, estudios y biopsias resultó ser un crecimiento benigno, pero ante el historial familiar el doctor consideró pertinente quitarle a mi amá parte del seno. Hospital. Cirugía. That. Sucks.

...Y pensar en ese niño con cáncer. Si en un adulto la noticia de una enfermedad tan grave es devastadora, ¿cómo la procesa un niño? ¿Cómo la procesan los padres? Lo único que puedo imaginar, dado que no tengo hijos, es que en una situación así los padres entran en modo de pelear o huír. Temo que sí haya padres que huyen, pero la gran bendición es casi todos pelean, y pelean en serio por la salud de sus hijos.
Hace un par de meses en el grupo de tejedoras al que pertenezco a través de Ravelry (ver link al lado derecho) se hizo una convocatoria para tejer gorritos para los chicos que están en tratamiento en el Hospital Infantil y que por ello pierden el pelo. La noticia corrió y corrió, y de uno en uno se está juntando un montón de gorritos para los casi 80 niños que son pacientes actualmente, y confío en que se juntará la cantidad necesaria y hasta más. Los gorritos se entregan en las diferentes sucursales de Estambres La Rueca en el D.F. y hoy que fui a entregar mi aportación ví con gusto que ya hay bastantes piezas, todas hermosas. Todas tejidas con amor y con los mejores deseos de que los pequeños guerreros que los usen venzan la enfermedad y salgan fortalecidos de ese trance. Y que sus padres, guerreros también, encuentren la fortaleza para encarar la batalla, y paz al final de ella.
Con cariño y admiración para las tejedoras que inspiraron esta campaña. Que el mérito de estas acciones sea en beneficio de todos los seres.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Özer, el cariño y la admiración te lo mereces tú, sin dudas, y todas las tejedoras que como vos se dedican a una labor tan loable. ¿Sabes? Lagrimones me han salido de los ojos de emoción pura, pues ya de por sí le enfermedad es muy dura en adultos, pero en niños desarma mucho más y cada granito de arena, cada cosita que uno pueda hacer se hace grande para quienes la reciben. Además debo decirte que tus tejidos son maravillosos, quisiera yo tejer así, jijiji! solo tejo bufandas porque es largo y derecho y no hay que dar forma! Soy un desastre.
Te dejo besitos desde aquí y un gracias enorme por venir a visitarme.
Cariños:o Jorgelina o

Anónimo dijo...

Cuando se abrió el tema de la donación en Ravelry, alguien preguntó ¿de qué tamaño deben ser? Puta madre, desde recién nacido hasta...

Yo hoy terminé apenas mi primer gorro, y sí, está hecho con amor, pero también con una impotencia infinita. Este tema me saca, me pone mal y me da un miedo casi tan grande como el amor que le tengo a mis hijas.

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