Piriápolis desde el teleférico. Aterrador al subir, pero el descenso se disfruta más. |
Supongo que los organizadores del congreso se vieron seducidos por los relativamente bajos costos de la temporada baja, la belleza del lugar y la tradición de Piriápolis como ciudad alquímica (googleenlo, por favor, yo estoy agotada...), y contrataron el enorme Argentino Hotel (así, en ese orden) para hospedar a los asistentes y llevar a cabo las conferencias. La página web del hotel lo pinta como un local de lujo (¿photoshop acaso?), y lo cierto es que lo fue en las décadas de los veintes y treintas del siglo pasado... pero desde entonces no ha tenido una renovación profunda y los daños del tiempo se resienten por todos lados. Es encomiable que se conserven los elevadores, muebles, lámparas y muchos etcéteras de la era dorada del hotel, pero no están en condiciones óptimas y resultan más bien un obtáculo para una estancia cómoda y placentera. Una verdadera lástima. Si a eso se suma el hecho de que sólo había un par de restaurantes abiertos (uno de ellos espléndido, por suerte), una farmacia y dos o tres tienditas medio mal surtidas en todo el pueblo... pues la verdad estuvimos algo incómodos los 700 o más asistentes al congreso. Admito sin embargo que la comida del hotel estaba excelente, pero las horas de funcionamiento de sus restaurantes eran limitadas.
Por lo demás, las playas, el mar, los cerros cubiertos de bosques y los agradables uruguayos (uruguashos) nos hicieron el viaje más ligero. Caminar por la rambla que abraza toda la bahía era un enorme deleite, sobre todo para mi sensibilidad anti-calor y anti-humedad: durante el otoño hace mucho viento y la temperatura fluctúa entre 20 y 15 grados Celsius, así que la experiencia es totalmente diferente a las playas tropicales de mis latitudes. El sol brillante, el cielo y el mar de azul profundo y el aire purísimo... ahhh, delicioso.
Vista desde la habitación del hotel, el edificio a la izquierda es una escuela primaria. |
Acá Felipe, león marino que adoptó el puerto de Piriápolis como hogar, les manda saludos y les dice hasta luego, porque el chismito del cono sur continuará.
5 comentarios:
Y si, nosotros sabíamos de la existencia de esos lugares porque vivimos al lado =) o sea del otro lado del charco Buenos Aires. Siempre se descubre algún lugar diferente!
Que lindo, que ganas de andar por alla. Buscate algunos materiales en la ciudad, que por alla en el sur siempre son de muy buena calidad.
Saludos
Me has dejado atea jajaja, tengo que conocer el hotel, por google jajaja, un abrazo!!!
Me encantaría visitart algun día y ver tus aretes.
Mil besos desde Berlin.
XXXXXXXXXXXXXXX
URUGUAY ES UN PAIS HERMOSO....
PIRIAPOLIS ES MUY TRANQUILO--
PERO TIENEN PLAYAS PRECIOSAS ...PAISAJES HERMOSOS EN SU COSTA...Y UNAS GENTES DIVINAS..YO LO ADORO!!!!!!!!!!!!!UN SALUDO.
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