mayo 16, 2011

Uruguay desconocido 2 - ¡Soltá el mate y pasá el merengue!

Post semi-gastronómico en tres tiempos:

Mate por todos lados
Los uruguayos consumen al año 400 millones de litros de mate (a razón de un litro de agua cada 80 gramos de yerba) en un mercado que importa 32 millones de kilos al año y factura cerca de US$ 90 millones. El consumo de mate supera incluso al de todas las marcas de refrescos juntas. No importa la edad ni el nivel socioeconómico, tampoco la hora del día ni el lugar; el consumo de mate en Uruguay logró cortar transversalmente a la sociedad y el producto es elegido hoy por ocho de cada diez uruguayos, siendo el país el mayor consumidor de mate en relación con su cantidad de habitantes. - Foto y texto: Wikipedia

Al otro día de mi llegada a Uruguay empecé a notar a la gente que traía su mate (el recipiente donde se toma la infusión) en mano todo el día. Pero también noté que traían un termo bajo el brazo, siempre con agua caliente, para rellenar el mate. Hombres y mujeres de todas las edades, con el termo bien sujeto junto al cuerpo y el mate en la misma mano. Chupe y chupe de la bombilla (el popote metálico para colar y beber al mismo tiempo). Todo. El santo. Día.
Primero pensé que eran argentinos, pues relacionaba la yerba mate con aquel país, pero me explicaron que los argentinos tienden más bien a beber el mate en casa y sólo en ocasiones cargan el termo, mientras que muchos uruguayos no salen de su casa sin el termo y el mate lleno de yerba. Haga frío o calor.
Y luego está la variedad de mates (de calabaza, de cerámica, recubiertos de piel, de estilo moderno o tradicional), bombillas, termos, accesorios para los termos, estuches para cargar el termo y el mate, adminículos transportadores que no son estuches, bases para el mate... uff, la parafernalia del mate es extensísima.
Admito que llegó a parecerme irritante ver a tanta gente cargando termos como si se tratara de bebés. Incluso ví una chica cargando a) su bolso, b) el bolso que dieron en el congreso, c) el estuche con correa para el termo, y d) el mate en la mano. Eso es dedicación o, ¿adicción? Supongo que sí. Pero la carga cultural del mate es enorme y sólo me quedó claro esto cuando al preguntarle sobre esto a un amable mesero, en un momento me dijo con reverencia "Cuando se permite, compartimos el mate en el trabajo". Con énfasis en "compartimos". Porque el mate pasa de mano en mano y la bombilla de boca en boca, oh sí. Por acá el extenso artículo que aparece en Wikipedia.

Postres, postres, postres

El plan del congreso incluía hospedaje y comidas, así que tomé la mayoría de mis alimentos en el hotel, en modalidad de bufet. Muy peligrosos que son los bufets. Afortunadamente había variedad de ensaladas y verduras... y nada de los asados de carne famosos por esos lares. La comida en general era buena y los panecillos del desayuno y la cena eran excelentes, pero la mesa de postres era la favorita de las multitudes. Pasteles, pays, natillas, arroz con leche, peritas en dulce, flanes, dulce de leche (ahhhh, dulce de leche, todavía te extraño)... y lo que pensé que era un pastel de tres leches, porque al centro de la rosca ponían un vaso con lo que parecía leche preparada. Un día me serví del supuesto pastel... ¡y resultó ser puro merengue! Delicioso pero dulcísimo merengue.  Bañado con la lechita que nunca supe qué era. Y todavía tienen el descaro de poner además un recipiente con caramelo al lado, ¡para bañar más el merengue!
Parece que el sweet tooth no era privativo del servicio de comida del hotel, en otros restaurantes ví postres igualmente alarmantes y la rambla de Piriápolis está llena de heladerías que anuncian "bufet de helados". Por suerte estaban cerradas.
Me ponen el coma diabético para llevar, por favor.

Dulce de Leche y Alfajores. Quién sabe cómo se colaron en mi maleta.
 ¿Un cafecito?

Aunque el mate impera, el café es también un favorito. Cuando menos en el hotel la onda era el café con leche (wow, hace mucho que no tomaba leche) y algún espresso después del almuerzo, pero cuando pedí un "café con leche" en Montevideo  como que no me entendió el mesero y luego dijo "ahhh, ¿un capushino?" Okey, venga el capuchino. En vasote alto y bien caliente, tanto que tuve que usar varias servilletas para sostener el vaso y no quemarme los deditos. Por eso muchos lo piden en "lágrima", que según entendí es una taza de vidrio con asa.
Eso sí, espressos, americanos y capuchinos con su vasito de agua al lado. Como debe de ser.

...Y en la próxima entrega: una visita agridulce a la capital.

5 comentarios:

Ale dijo...

mmmmmm... alguna vez en un congreso... (huyyy)) hicimos mate en la biblioteca del CCT jaja.. no la incendiamos de milagro.... casualmente la ponencia era la transculturación :DDDjaja... los postres... ¿¿¿será como el pastel merengón?? ( rosca de merengue horneado, con caramelo y crema inglesa??? mmmmm.. diablos,,, ya se me subió la insulina.. nomas de pensar,, jaja.. besitossss,

Ale dijo...

ohhhh... un consejo plis... no,, no del tatoo,, jaja ( genial el sitio :) )

...¿¿ cual considera ud. como especialista.. la mejor arena para gato????


:DDDDD

moni dijo...

La Lágrima es como el café cortado pero al revés: casi toda leche y un poquito de café, El cortado es unas gotas de leche en el pocillo entero de café.
Saludos desde Buenos Aires,
Mónica

Özer dijo...

¡Gracias por la aclaración de las lágrimas! Como yo oía "en lágrima" pensé que era la presentación.
Y sí, efectivamente el pecado capital de la mesa de postres tiene que haber sido un pastel merengón

Carmen Tye dijo...

QUe rico!
Solo que el mate no me termina de convencer.. sera que aca estamos acostumbrados mas al cafe? aunque ahora con tanta variedad de te's y la boda... pos como que se antoja tambien 'el tea and biscuit'

No se habran venido los alfajores pensando que podian llegar hasta Sonora? jaja
Besitos!

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